A
ver si me expreso con claridad, no tengo ganas de que ser ni el psicólogo ni la
oreja de nadie. Esto de salir por la vida a buscar amigos nuevos me
produce una demasiada paja (puede leerse también como ni en chiste gasto mis energías por vos). Hay muchas personas
que no saben distinguir entre un salí de acá con un te escucho de mil amores. Para ellos todos es lo mismo y lo único que interesa es que uno se enfoque en ellos. Hay un problema interpretativo de
base: en serio, me chupa un huevo.
De
todo corazón te la remaría para que pienses que me súper interesa
que a tu novio no le guste tu guiso de mondongo, o que se pasó la tarde jugando a la play en vez de acompañarte a la casa de tu vieja.
En estos casos hacerse el boludo viene como anillo al dedo. Posta que
me la soba en 3D si te mandó un toque en facebook a la putita de
su amiga (esa que se la pasa cuchicheando con él los sábados a la noche) o si no te quiso comprar un ramo de rosas el día de los
enamorados. Si me doy el lujo de contestarte es porque de pura
casualidad tengo alguna que otra frase guardada en mi carpeta de
documentos mentales (una reserva para casos especiales como este).
En
la misma línea discursiva me place ubicarlo a usted, señor taxista; no me interesan ni la vida de sus
hijos, ni lo peligrosa que está la calle, ni lo estúpidos que son los del servicio meteorológico para acertar con el clima. Si me ve cayadito en el rincón de su mugroso auto es
justamente porque no quiero entablar conversación alguna con usted.
¿Nos entendemos? Parecería que usted no lo entiende. Cada
vez que me subo a su coche me encuentro con una interminable lista de
carreras universitarias por las que pasaron sus crías, con su odio a
la humanidad o con cualquier pelotudez relacionada con la rutina.
Posta, es desesperante. No quiero saber más. Mejor
me bajo acá.
Estar
esperando el colectivo es otro de esos lugares comunes en donde uno
es susceptible al ataque del amiguismo repentino. Con un que
frío que hace ¿no? comienza la tortura que durará aproximadamente veinte minutos,
hasta que esa vieja chota con tapado de chinchilla se digne a subir
al colectivo o nosotros nos animemos a mandarla a la mierda de forma
repentina e inesperada.
Por
supuesto que uno los mira, pensando en otra cosa mientras asentimos
con la cabeza como si hubiéramos escuchado cada palabra. De pronto
vemos que la persona no habla más. Crisis, claramente está
esperando una respuesta, algún concejo que logre cambiar
su vida. Depende de su cara, si está sonriendo o parece tener ganas
de llorar, es que uno va a tirar sutilmente algo como mmm que mal o, en su defecto, che, que copado, esperando a que eso
nos salve de un desarrollo más profundo, o que simplemente la otra
persona se de cuenta de que uno no es un ser social.
Sartre dice "ser para otro" talvez tenga algo que ver con eso, personas que necesitan un oido para descargar, una reaccion ajena para saber como seguir quizas, como saber quien es uno mismo buscando en el otro? Es el absurdo que se dicta desde siempre, pero luz para vos, que no necesitas reventarle el oido a nadie jaja
ResponderEliminarSalut antisocial!